¿Te planteas visitar Edimburgo con niños? Con su aire de embrujo, la huella de Harry Potter en cada rincón y una buena colección de museos interactivos, la capital escocesa es un destino ideal para familias.
Para que la aventura salga redonda, te hemos preparado esta guía completa para viajar a Edimburgo con los peques de la casa con lugares que visitar y excursiones cercanas a la ciudad. ¡Vamos allá!

Prepara tu viaje a Edimburgo
Aquí tienes algunas guías imprescindibles para comenzar a organizar el viaje:

Qué hacer en Edimburgo con niños: 20 ideas
1. El National Museum of Scotland
El Museo Nacional de Escocia es una visita fundamental para cualquier edad: céntrico, gratuito, en un edificio espectacular y rebosante de curiosidades.
Pero, si viajas a Edimburgo con niños, es un tesoro que puede salvarte de más de una mañana lluviosa, ya que está lleno de exposiciones interactivas pensadas para que los peques experimenten.
No te pierdas las salas de ciencia, del espacio y del mundo animal, con cientos de bestias llenando incluso el techo, aunque todas las secciones (como la de historia escocesa) tienen alguna propuesta para que los niños jueguen, se disfracen…


2. La playa y la isla de Cramond
Edimburgo está llena de rincones sorprendentes y la isla de Cramond, en el noroeste de la ciudad, es uno de ellos.
Esta pequeña isla está conectada a tierra firme por una pasarela: cuando la marea baja, puedes pasear hasta allí, pero, cuando sube, tendrás que contemplarla desde la orilla (donde un cartel indica los horarios de las mareas).
Con excursión isleña o sin ella, el paseo marítimo de Cramond es ideal para corretear junto al fiordo de Forth, caminar por la arena con la marea baja y pasear junto al río Almond hasta el salto de agua Cramond Falls.


Anda hasta la isla de Cramond
3. La Camera Obscura & the World of Illusions
Este museo situado en un extremo de la Royal Mile, muy cerca del Castillo, es un plan infalible si visitas Edimburgo con niños.
En lo alto de la torre blanca, además de unas vistas geniales de la ciudad, os espera la cámara oscura, una sala donde veréis proyectada la Royal Mile en directo.
El resto de pisos están dedicados a ilusiones ópticas que invitan a los peques a experimentar, además de una sala de espejos y un túnel giratorio en el que, para qué negarlo… ¡incluso los adultos repetimos!
Aquí puedes comprar entradas. El único ‘pero’ de la Camera Obscura es que es caro, pero la misma entrada te sirve para todo un día, así que podéis entrar tantas veces como queráis.


4. El castillo de Craigmillar
Si buscas un lugar histórico pero prefieres huir de las multitudes del castillo de Edimburgo, no lo dudes y pon rumbo al castillo de Craigmillar, en el sur de la ciudad.
Recorriendo los pasillos, murallas y escaleras centenarios de esta fortaleza en ruinas es fácil sentirse un explorador. En el exterior, los amplios jardines tapizados de césped invitan a jugar y a correr al abrigo del castillo.
¿Y lo mejor? Es probable que, a lo largo de la visita, te cruces tan solo con unos cuantos viajeros más. Hoy en día, empieza a conocerse como escenario de la serie Outlander, pero el castillo de Craigmillar es una joya aún olvidada.

5. El Jardín botánico de Edimburgo
Si hace buen día, reúne a la familia y perdeos por los senderos y paisajes del Royal Botanic Garden, el Jardín botánico de Edimburgo.
Las 28 hectáreas de este jardín gratuito son un paraíso donde pasear, descubrir flores y árboles llegados de todos los rincones del mundo, ver las incansables ardillas saltando de un lado a otro… Y, en definitiva, llenar hasta arriba los niveles de paz.

6. El Museo de la infancia
Como seguro que ya has notado, a Edimburgo no le faltan museos gratuitos. Uno de los que puedes visitar en familia es el Museum of Childhood, en la Royal Mile, un museo de la infancia donde se exponen juguetes antiguos (y alguno más moderno).
Tiene varios pisos que seguro que consiguen despertarte la vena nostálgica y que le cuentes a tus hijos eso de, «cuando yo era pequeño…». También tiene juegos interactivos para ellos.
7. Calton Hill y sus monumentos
Calton Hill es el escenario de las fotos más clásicas de Edimburgo, y no nos extraña, ya que las vistas desde lo alto de esta colina son espléndidas.
Aunque la capital escocesa posee varios miradores espectaculares, Calton Hill es uno de los mejores para visitar con niños: es céntrico y de fácil acceso, ya que el camino está asfaltado (puedes elegir entre escaleras o sendero).
Una vez en la cima, además de maravillarte con las vistas de Edimburgo, seguro que a los peques les llaman la atención los monumentos, como la réplica del Partenón de Atenas a medio terminar. ¡Y rodar por las laderas haciendo la croqueta también es una opción muy tentadora…!


8. Los jardines de Princes St
Seguro que durante tu viaje a Edimburgo cruzarás estos jardines, que ejercen de frontera ente la Old Town y la New Town, en más de una ocasión.
En un día de sol, son el lugar perfecto para hacer un pícnic en familia o zamparte un helado de los carritos que se instalan en la zona de The Mound.
Con niños mayores, una buena opción essubir al monumento a Scott y disfrutar de las preciosas vistas de Edimburgo (no lo recomendamos para peques ni para adultos con miedo a espacios cerrados, ya que las escaleras de caracol son muy estrechas).
Con niños más pequeños, la mejor opción son los jardines oeste: ver el reloj floral (en primavera y en verano), pasar junto a la bucólica casita del jardinero y llegar hasta el extremo oeste, donde encontrarás un parque infantil genial con vistas al castillo de Edimburgo.
En Navidades, la parte este de los jardines de Princes St se transforma con el mercadillo navideño y las atracciones. En verano, coincidiendo con el Festival, allí se instala también una noria.

9. Dean Village y el río Water of Leith
La antigua aldea molinera de Dean Village, junto al río Water of Leith, es uno de esos rincones de Edimburgo que en nada se corresponden a la imagen que tenemos de la ciudad.
Para los adultos, es un respiro de lo más pintoresco, y seguro que a los peques les encanta cruzar el puentecito y acercarse a tocar el agua.
Tras la visita, una opción fantástica es incorporarte al sendero que recorre la orilla del río hasta llegar al barrio de Stockbridge, a pocos minutos.

10. El castillo de Edimburgo
Al César lo que es del César: a pesar de ser la atracción más visitada de la ciudad y de resultar algo agobiante en temporada alta, el castillo de Edimburgo es impresionante.
Es una construcción crucial para entender la historia de la capital escocesa, aunque, para los renacuajos, la diversión radicará en adentrarse en los edificios, ver los cañones gigantes de la batería de media luna y oír el cañonazo que se dispara todos los días a las 13:00.
Si visitas el castillo de Edimburgo con niños, no olvides pedir en taquilla la Explorer Quizz (o imprimirla desde casa; hay versión en español), un juego que les propone fijarse en varios detalles de la fortaleza.

11. Mary King’s Close
Esta atracción te la recomendamos solo si tus hijos son mayores (la edad mínima son 5 años), ya que recorreréis espacios cerrados y oscuros.
Se trata de una visita guiada a la llamada ciudad subterránea de Edimburgo, un conjunto de callejones que se extiende por debajo de la Royal Mile y que se tapió hace unos siglos.
A lo largo del recorrido, te adentras en las entrañas de la capital y descubres cómo vivían los vecinos en otros tiempos. No es un tour de fantasmas (aunque te contarán alguna que otra historia espeluznante), pero, al tratarse de una visita subterránea, buena parte transcurre en habitaciones poco iluminadas y húmedas.

12. Autobús turístico de Edimburgo
Si nos lees desde hace tiempo, sabrás que siempre recomendamos recorrer Edimburgo a pie: el centro es compacto, y explorarlo de ese modo te permite descubrir sus mil y un rincones.
Aun así, en la capital escocesa encontrarás una buena ración de cuestas y desniveles, y es probable que los pequeños de la familia necesiten descansar las piernas de vez en cuando.
En este caso, el bus turístico de Edimburgo puede ser una opción muy cómoda para recorrer la ciudad sobre ruedas y bajar en las paradas que más os llamen la atención.

13. Los buses de dos pisos de Edimburgo
Siguiendo con el apartado anterior, una actividad sencilla pero que seguro que triunfa si viajas a Edimburgo con niños es subir a uno de los buses de dos pisos de Lothian Buses, los buses urbanos de la ciudad.
Con un poco de suerte, os pondréis sentar en los asientos delanteros del piso superior (con capacidad para 4 pasajeros) y tus hijos tendrán una vista privilegiada del trayecto. ¡Y con la emoción añadida de circular por el lado ‘equivocado’!
14. La playa de Portobello
Si das con uno de esos días maravillosos de solecito y temperaturas agradables, un buen destino es la playa de Portobello, en el noreste de Edimburgo.
Comprad un helado en alguna de las cafeterías del paseo marítimo y disfrutadlo paseando por la arena. Lo de bañarse en el fiordo ya es más complicado, ¡aunque siempre hay algún día de sol en el que los valientes se atreven!

15. El parque de Holyrood y Arthur’s Seat
A los pies de la Royal Mile se extiende el parque de Holyrood, un gran pulmón verde salpicado de lagos y de senderos que enfilan hacia Arthur’s Seat, la colina más alta de Edimburgo.
No recomendaríamos subir a Arthur’s Seat con niños muy pequeños (a no ser que sean todoterreno, depende de cada familia), porque, en algunos tramos, la cuesta se las trae.
Pero, para una excursión sencilla por terreno llano, podéis llegar hasta el lago de St Margaret, donde suele haber cisnes.
O, si no os asusta un poco de desnivel, subir hasta los Salisbury Crags, unos riscos que quedan por debajo de Arthur’s Seat pero que ofrecen unas vistas maravillosas de Edimburgo.


16. The Edinburgh Dungeon
Si viajas con niños mayores de 8 años a quienes les gusta lo relacionado con el miedo, en la Edinburgh Dungeon pasaréis un buen rato.
En esta atracción, recorres distintos escenarios en los que varios actores te cuentan historias macabras o espeluznantes de Escocia (el inconveniente: todo es en inglés).
Entre la ambientación, con salas oscuras y decoradas con elementos terroríficos y que nunca sabes por dónde saldrán los actores, en la Edinburgh Dungeon puede que te lleves más de un susto. Al final, toda la familia puede montarse en una pequeña atracción de caída libre.

17. Parques infantiles en Edimburgo
Edimburgo es increíble… Pero, si viajas con peques, seguro que las calles de la ciudad tienen las de perder ante un rato de columpios y juegos en algún parque infantil, ¿verdad?
Aunque hay muchísimos más, algunos de los parques más completos son el de los jardines de Princes St (en el extremo oeste) y el del parque de los Meadows (en la parte este). Si conoces otros, ¡déjanoslos en los comentarios!

18. El cementerio de Greyfriars y la estatua de Bobby
Una de las leyendas más queridas de Edimburgo es la de Bobby, un skye terrier que veló la tumba de su dueño, en el cementerio de Greyfriars, durante los años posteriores a su muerte.
Decimos leyenda porque no se sabe cuánto hay de cierto detrás de la historia de este perrito. Pero, sea como sea, si visitas Edimburgo en familia os tenéis que acercar a la estatua en su honor y pasear por el cementerio de Greyfriars, justo al lado.


19. Tras los pasos de Harry Potter
Si tus hijos son unos enamorados de Harry Potter, Edimburgo no podría ser mejor destino: fue en la capital escocesa donde J.K. Rowling encontró inspiración y escribió varias de las novelas de la saga.
Podéis ir en busca de la tumba de Voldemort en el cementerio de Greyfriars, visitar la tienda dedicada al mago en la colorida Victoria St, ver desde fuera el colegio que dicen que inspiró Hogwarts… ¡Magia garantizada!

20. Excursiones desde Edimburgo con niños
¿Tienes tiempo libre y te apetece explorar Escocia más allá de Edimburgo? Aunque existen mil tours organizados por las Highlands y otros lugares, tal vez prefieras no pasar tantas horas en un bus y visitar algún sitio cercano por libre.
Estas son algunas excursiones desde Edimburgo que creemos que pueden gustar a toda la familia:
- El pueblo de North Berwick y sus playas. A escasos 30 minutos en tren, el pueblo de North Berwick tiene extensas playas por donde pasear, un centro bastante animado y el fantástico Scottish Seabird Centre, un museo sobre la vida marina. De abril a octubre, te recomendamos hacer uno de los viajes en barco para ver frailecillos y alcatraces, ¡una experiencia inolvidable para cualquier edad!

- El castillo de Tantallon. A 10 minutos en bus de North Berwick, en este castillo en ruinas frente a la costa tus peques se sentirán verdaderos exploradores. Dejad un lado el vértigo y subid hasta lo más alto de la fortaleza para contemplar el mar y la isla Bass Rock desde allí: ¡las vistas lo merecen! Aquí tienes una excursión a los castillos de Tantallon y Dirleton desde Edimburgo.

- South Queensferry y la isla de Inchcolm. Apenas 30 minutos de tren te dejarán en la ciudad de South Queensferry, con unas vistas estupendas de los puentes del Forth.
Si viajas entre abril y octubre, desde allí te recomendamos tomar uno de los barcos a Inchcolm Island, una pequeña isla en medio del fiordo que es hogar de una preciosa abadía medieval en ruinas, ¡además de focas y miles de aves marinas!

- Stirling y su castillo. A unos 50 minutos de Edimburgo en tren, la ciudad de Stirling combina un casco viejo con mucho encanto con el espectacular Stirling Castle, lleno de recovecos y de habitaciones donde los niños pueden disfrazarse o jugar. Aquí te contamos qué ver en Stirling en un día.

- Atracciones relacionadas con animales. Cerca de Edimburgo encontrarás varias atracciones relacionadas con animales, como el acuario Deep Sea World, en North Queensferry, o el Butterfly and Insect World.
Como te contamos en la guía de turismo responsable en Escocia, en Más Edimburgo no somos partidarios de los lugares que exponen animales salvajes en cautividad y, aunque entendemos que existen y que visitarlos es decisión de cada uno, no escribimos guías sobre ellos.
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julio 2, 2019
Hola Angie. Muchas gracias por tus consejos e indicaciones.
A finales de julio pasaremos 5 días en Edinburgo y mi idea es hacer una excursión de un día a algún parque natural que no esté demasiado lejos, por lo que descarto el Lago Ness. Viajamos con dos niñas y no quisiéramos pasar muchas horas en el traslado. Alguna sugerencia? Crees que vale la pena alquilar un coche para un solo día y hacer el esfuerzo de aprender a conducir por el otro lado? O mejor ir en un tour organizado?
Mil gracias.
Crix
abril 30, 2019
Hola, está fenomenal la web, enhorabuena. Estamos preparando un viaje con 1 niño y 1 bebé a Escocia en Mayo, en autocaravana. Os quería preguntar si nos podéis recomendar alguna empresa que nos pueda hacer el transfer desde el aeropuerto al hotel en Edimburgo con sillas de coche para bebés, y otro transfer hasta la recogida de la autocaravana que está en Broxburn. Ya sé que no es obligatorio en los taxis, pero me gustaría llevarlos en la silla correcta, que siempre es más seguro.
Muchas gracias
noviembre 18, 2018
Un artículo fantástico y muy práctico! Estoy organizando un viaje de un mes a Escocia el próximo julio con los niños, y pensábamos pasar al menos una semana en Edimburgo y alrededores, así que seguiremos tus recomendaciones (tanto estas como otras tantas de este blog tan estupendo 🙂
noviembre 27, 2018
Qué bien que te sirva, Arantxa, ¡muchísimas gracias! 😀
noviembre 7, 2018
¡Muchas gracias, Isabel! Me alegro de que te sirva. Nosotros nos estrenaremos en unos meses en esto de viajar con niños… a ver qué tal 😀 Un abrazo.
noviembre 5, 2018
Super bien este artículo Angie. Yo viajo con dos y siempre he de tenerlas en cuenta porque para que yo disfrute del viaje ellas deben viajar contentas.