La región de los Borders, en el sur de Escocia, es uno de esos tesoros que los viajeros suelen pasar por alto.
Y es que las Highlands ejercen tal magnetismo que, al pensar en rutas, casi siempre dirigimos la mirada hacia el norte del mapa.
Pero la tierra que el escritor Walter Scott convirtió en suya es ideal para recorrer con calma y empaparte del sabor rural de pueblecitos y de abadías medievales en ruinas.
Y, además, es perfecta para una escapada desde Edimburgo. ¿Nos acompañas a recorrerla? ¡Aquí tienes nuestra ruta por los Borders de Escocia en 1 día!
Ruta por los Borders de Escocia: abadías y pueblos
Información para visitar los Borders
Antes de ponernos en marcha, aquí tienes algunos consejos:
- Nosotros hicimos esta ruta en 1 día desde Edimburgo, pero, teniendo en cuenta que a partir de las 17:00 quedan pocas atracciones y comercios abiertos, puedes dedicarle perfectamente 2 días.
Como hemos visitado los Borders en más de una ocasión, al final del artículo te contaremos cómo adaptaríamos la ruta para hacerla en 2 días y qué lugares puedes añadirle. Aquí puedes buscar hoteles y B&B en los Borders. - La ruta está pensada para hacerla en coche. Los Borders están conectados por una línea de tren, la Borders Railway, pero la parada más cercana a los pueblos y abadías es Tweedbank, y desde allí tendrías que moverte en autobús.
Así que échale un vistazo a este artículo con consejos para conducir por la izquierda en Escocia, ¡y al volante! - Decide si comprar la tarjeta Explorer Pass. Las abadías de los Borders (excepto la de Kelso) son de pago y están incluidas en la tarjeta Explorer Pass, que te permite visitar tantos sitios de la organización Historic Scotland como quieras en 5 o 14 días.
Ten en cuenta que esta tarjeta también incluye otras muchas atracciones de Escocia, como el Castillo de Edimburgo o el de Stirling, así que puede merecer la pena. Aquí te contamos cómo funciona y aquí puedes comprarla con antelación. - Las carreteras de esta ruta por los Borders (A68, A72 y algunas carreteras secundarias) están en muy buen estado y son muy tranquilas. Las únicas aglomeraciones que encontrarás serán las de salida y entrada a Edimburgo.
Ruta por los Borders de Escocia en 1 día
- Edimburgo – Melrose y abadía de Melrose (1 h)
- Melrose – Scott’s View (10 minutos)
- Scott’s View – Dryburgh y abadía de Dryburgh (5 minutos)
- (Opcional) Dryburgh – Kelso y abadía de Kelso (20 minutos)
- (Opcional) Kelso – Jedburgh (30 minutos)
- Dryburgh – Jedburgh y abadía de Jedburgh (25 minutos)
- Jedburgh – Peebles (1 hora)
- Peebles – Edimburgo (1 hora)
La abadía de Melrose y el corazón de Robert the Bruce
¡En marcha! Tras una hora de tranquila carretera desde Edimburgo, la primera parada que te proponemos es la más famosa de las abadías de los Borders: la Melrose Abbey.
Fundada por el rey David I como monasterio cisterciense en 1136, esta abadía sufrió un destino parecido al de sus compañeras de las Tierras Bajas: por su proximidad con la frontera, las tropas inglesas la destruyeron en más de una ocasión.
Con la Reforma Protestante de Escocia en 1560 y la muerte del último monje en 1590, la construcción se olvidó casi por completo.
Pide una audioguía (gratis) y pasea entre las imponentes ruinas, llenas de detalles decorativos.
No te marches sin subir a la torre del campanario y encontrar el detalle más curioso de la abadía de Melrose: la gárgola de un cerdo tocando la gaita.
Como los ángeles de la catedral de St Giles, en Edimburgo, esta imagen no era extraña en el arte medieval.
Por último, busca una pequeña piedra circular en el césped. Allí yace un cofre de plomo que hallaron enterrado en la abadía y que contiene el corazón del rey y héroe escocés Robert the Bruce.
O eso creen, aunque no se ha podido comprobar, pero es parte del misticismo que envuelve a la abadía de Melrose. El cuerpo del rey está enterrado en la abadía de Dunfermline, en Fife.
Antes de marcharte de Melrose, puedes dar un paseo por el pequeño núcleo del pueblo o visitar el bonito jardín Priorwood Garden (gratis), justo al lado de la abadía.
Allí compramos ciruelas del jardín y recogimos información sobre los Borders gracias a los guías amablísimos del centro de visitantes del National Trust for Scotland.
El mirador Scott’s View
El siguiente destino te llevará por la carretera secundaria B6356, que transcurre entre campos de ovejas, colinas y granjas y casitas de ensueño, con unas vistas tan pintorescas que pararías cada pocos metros.
Pero espérate a llegar al Scott’s View, un mirador junto a la carretera donde disfrutarás de las mejores vistas de los Borders de Escocia.
El nombre es en honor al escritor Walter Scott, que vivía en la cercana Abbotsford House y a menudo paraba aquí, su lugar favorito para contemplar sus amados Borders.
Y no es de extrañar: es un rincón tan sencillo como mágico. Sentado en el banco de madera, con las colinas de las Eildon Hills, los campos verdes pintando el paisaje y el río Tweed, dan ganas de pasarte horas absorbiendo la tranquilidad de esta región de Escocia…
Scott está enterrado en la cercana Dryburgh Abbey, y cuentan que, cuando su cortejo fúnebre pasó por el Scott’s View de camino a la abadía, los caballos, acostumbrados a parar allí, se detuvieron para que contemplara sus tierras una última vez.
La estatua de William Wallace de los Borders
Es hora de marcharnos rumbo a Dryburgh. Pero antes, un poquito más adelante del Scott’s View, verás un desvío que señaliza la Wallace Statue.
¿Una estatua de William Wallace en medio de los Borders? Aparca, adéntrate en el bosque y en 10 minutos verás la enorme figura de arenisca roja del héroe escocés emergiendo entre los árboles.
Lo último que esperarías encontrar aquí, ¿verdad?
Visitar la abadía de Dryburgh
La siguiente parada es el pueblecito de Dryburgh, que consiste solo en casitas y granjas esparcidas por la campiña,.
Su principal reclamo es la Dryburgh Abbey, que, tras la Reforma Escocesa, corrió la misma suerte que la Melrose Abbey.
Dicen que es la más bonita de las abadías de los Borders, y lo cierto es que es imposible no dejarse inundar por la paz y la belleza del entorno.
Quizás por el paisaje que la rodea, junto al río Tweed, quizás por las ruinas tan bien conservadas, que la naturaleza parece querer reclamar para sí…
Y, por supuesto, también porque en la abadía de Dryburgh está enterrado Sir Walter Scott, una figura tan presente en cualquier ruta por los Borders que su lugar de descanso es de visita obligada.
Antes de marcharte, desde el aparcamiento de la abadía, puedes tomar un sendero que baja hacia un rincón idílico en el río Tweed, cobijado por casitas de cuento.
Entre los pescadores cazando salmones saltarines en mitad del río y uno de los vecinos, que se acercó a recibirnos y a contarnos historias sobre la región, ¡nosotros nos fuimos de Dryburgh enamorados de los Borders de Escocia!
El pueblo de Jedburgh y su abadía
Como no teníamos tiempo suficiente, en este tramo de la ruta nosotros nos saltamos Kelso y su abadía (aunque también son muy bonitos y los incluiremos más abajo, en la ruta por los Borders en 2 días) y pusimos rumbo al pueblecito de Jedburgh.
En el centro hay un gran aparcamiento gratuito, y, desde allí, en pocos minutos puedes llegar andando a cualquier parte.
Este es uno de nuestros pueblos favoritos en los Borders: tiene una placita central pintoresca, la calle principal (High St) y las calles circundantes están llenas de restaurantes, cafeterías y tiendas, y hay mucho ambiente vecinal.
Después de comer unas deliciosas sopas y sándwiches en el restaurante Simply Scottish, dimos un paseo por las tiendas y las callejuelas hasta llegar a la Jedburgh Abbey, una abadía en ruinas que te sorprenderá por su tamaño.
Aunque, si en este punto de la ruta por los Borders ya no te apetece visitar más abadías, en Jedburgh hay otras dos atracciones.
En lo alto de la calle principal están el castillo y la cárcel, y, en el centro, puedes entrar gratis a la Mary Queen of Scots House, una casa del siglo XVI donde se hospedó la reina y que hoy en día se ha convertido en un museo sobre su vida.
La Traquair House y el pueblo de Peebles
Si haces la ruta en invierno y en este momento ya empieza a oscurecer, desde Jedburgh es muy fácil volver a Edimburgo por la A68.
A nosotros nos quedaban aún unas horas de luz, por lo que nos pusimos en marcha hacia la Traquair House, una bonita mansión rodeada de jardines que ostenta el título de ser la casa más antigua de Escocia que nunca ha dejado de estar habitada (¡desde 1107!).
Puedes optar entre visitar la mansión por dentro o comprar una entrada de los terrenos, con bosques, un laberinto y un jardín amurallado.
La última parada del día es Peebles, otro de los pintorescos pueblecitos de los Borders.
La colección de tiendas y pubs en la calle principal denota que este antiguo burgo real es más movido que sus vecinos, pero solo tienes que bajar por alguno de los callejones hasta el río Tweed y sus puentes de piedra para rodearte del silencio y de la tranquilidad de nuevo.
Tras tomar un café o cenar, desde Peebles te espera solo una hora de carretera y estarás de vuelta en Edimburgo después de un día precioso en los Borders.
Ruta por los Borders de Escocia en 2 días
¿Tienes dos días o un fin de semana completo? Genial, ¡porque en los Borders te esperan otros muchos lugares con encanto!
Dónde dormir en los Borders
Para empezar, reserva un hotel o bed and breakfast en Kelso (el mayor pueblo, y el que más oferta tiene), en Jedburgh o en Melrose.
Aunque no son los únicos alojamientos: haz click aquí para ver todos los hoteles y B&B que hay esparcidos por esta zona de los Borders.
Día 1 en los Borders
El primer día es muy parecido a la ruta de 1 día, pero con algunos cambios:
- Comienza el día visitando la abadía de Melrose.
- Para a disfrutar de las vistas desde el Scott’s View.
- Visita la abadía de Dryburgh.
- Para en la torre señorial Smailholm Tower, hogar histórico de los antepasados de Scott. Si quieres, puedes visitarla por dentro (de pago).
- Por último, dirígete al pueblo Kelso y visita su abadía en ruinas (gratis). En este pueblo encontrarás varias cafeterías y tiendas.
- Si aún te queda tiempo, en Kelso puedes visitar el Floors Castle, el mayor castillo todavía habitado de Escocia (de pago), y sus bonitos jardines.
- Duerme en Kelso o en los alrededores.
Día 2 en los Borders
- Visita la abadía de Jedburgh o pasea y desayuna por el pueblo.
- Visita la Abbotsford House, el elegante hogar de Sir Walter Scott y un museo sobre su figura.
- Visita la Traquair House o sus jardines.
- Para a comer en el pueblo de Peebles.
- De camino a Edimburgo, si tienes tiempo, puedes parar a visitar la capilla de Rosslyn y a pasear por los bosques del Roslin Glen.
- ¡Vuelta a Edimburgo!
¡Esperamos que esta ruta por los Borders de Escocia, sus pueblecitos y abadías te haya enamorado tanto como a nosotros!
Si te sirve para tu viaje, nos encantaría que a la vuelta nos contaras qué te ha parecido la región.
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Hola Angie, te escribo para decirte que te amo!
Gracias por esta página INCREÍBLE!
El año pasado viajé por primera vez a Escocia y tus guías me ayudaron ¡¡¡tanto!!!
En breve estaré visitando esa hermosa tierra nuevamente y lo primero que hago es entrar a leer tus recomedaciones porque ya sé que no fallan y que cada cosa que lea aquí será exactamente como lo encontraré al llegar.
Genia, te adoro!!! <3
Andrea (Buenos Aires).
Qué ilusión, Andrea, muchíisimas gracias 😀 De verdad que es genial leer que las guías sirven y que, además, ¡repites! ¡Buen viaje!
Hola Angie, tanto tiempo! Feliz 2018!
De todos los pueblos que nombrás aquí, visitamos hace unos meses Melrose Abbey y también Priorwood garden. Muy lindos e interesantes ambos, llenos de historias. Las audioguías incluían relatos y hasta sonidos para recrear el trabajo de la gente en esa época ( herreros, música típica de monjes, etc).
La vista desde Priorwood garden hacia la abadía a través de la gran variedad de árboles llenos de manzanas es una imagen que guardo en mis recuerdos. Visita recomendada!
¡Gracias, Marce, igualmente! La audioguía de la abadía de Melrose me encantó, vas paseando entre las ruinas y parece que puedas imaginar cómo era el día a día allí, ¿verdad? Merece la pena la visita 🙂
Totalmente de acuerdo, Angie! el lugar vale la pena. Las audioguías ayudan a imaginar cómo los monjes y los que trabajaban ahí vivían el día a día. Un abrazo!