Paseando por los jardines de Princes Street, en Edimburgo, verás emerger la torre oscura e inconfundible del monumento a Scott.
Pero no te conformes con el exterior: adéntrate en la torre y enfila los 287 peldaños que conducen a la cúspide y la recompensa será una de las mejores vistas de Edimburgo.
Olvida el vértigo por unos minutos, ¡vamos a subir al Scott Monument!
Un homenaje al escritor Walter Scott
Antes de perderte en las entrañas de la torre, fíjate en la figura de mármol blanco que descansa bajo los arcos. Se trata del autor Walter Scott, reposando tras una jornada de escritura con su perro, Maida, a sus pies.
Nacido en Edimburgo, Sir Walter Scott (1771-1832) es uno de los escritores más admirados de Escocia. Sus novelas históricas reavivaron la identidad y la cultura escocesas, y él luchó por recuperar los Honores de Escocia, que hoy en día puedes ver expuestos en el Castillo de Edimburgo.
Tras su muerte, Edimburgo decidió homenajearle con una torre, y el Scott Monument, diseñado por el arquitecto George Meikle Kemp, se inauguró en 1845.
¿Sabías que, con sus 61 metros de altura, se trata del mayor monumento del mundo alzado en honor a un escritor?
Una vez arriba, cuando puedas contemplarla de cerca, verás que la aguja está decorada con florones y con 64 figuritas en forma de personajes de los libros de Scott.
Otra curiosidad de esta construcción es que el aspecto ennegrecido de la piedra es fruto de la contaminación del Edimburgo victoriano, que le valió a la ciudad el sobrenombre de Auld Reekie (‘la vieja humeante / apestosa’).
Siguiendo el rastro de Scott. Este no es el único homenaje a Sir Walter Scott en Edimburgo: en la colina de Corstorphine Hill encontrarás otra torre en su honor, y en el Museo de los escritores (gratis) conocerás más sobre su vida.
Y, si te animas a recorrer los pueblos y abadías de los Borders de Escocia, descubrirás el hogar de Scott, su mirador favorito y su lugar de descanso, en la Dryburgh Abbey.
Subir al Scott Monument
Ahora que conocemos un poquito acerca de su historia, ¡es momento de subir al Scott Monument!
Las visitas son guiadas. Tras comprar la entrada para el siguiente tour en la diminuta taquilla, te encontrarás cara a cara con las escaleras de caracol que surcan la torre. Te esperan 287 escalones, aunque podrás descansar por el camino:
- El monumento a Scott está dividido en cuatro pisos.
- En el primer piso encontrarás la Museum Room, un pequeño museo dedicado a la vida y el legado de Scott.
- El resto de niveles están formados por terrazas exteriores, cada una un poquito más elevada y estrecha que la anterior.
- Dado que pasarás gran parte del tiempo en el exterior y a cierta altura, te recomendamos subir al Scott Monument en un día sin demasiado viento.
- Antes se podía subir por libre, pero, desde hace un tiempo, todas las visitas son guiadas y en pequeños grupos. El tour dura 30 minutos.
Si los espacios cerrados no son lo tuyo, debes tener en cuenta que, a medida que asciendes y dejas atrás el museo, las escaleras se van estrechando e inclinando hasta el punto de permitir el paso de una sola persona a la vez.
La que escribe siempre llega a la cúspide con las piernas temblando como gelatina… Pero, con las deslumbrantes vistas de Edimburgo que te esperan, ¡verás cómo el ascenso habrá merecido la pena!
Las vistas de Edimburgo
Bienvenido a la cúspide del monumento a Scott. Desde aquí, los tejados de la ciudad se intercalan con los monumentos icónicos y, en los días claros, podrás vislumbrar incluso la costa de Fife, al otro lado del fiordo de Forth.
Veamos qué vistas te esperan desde cada una de las direcciones:
- Hacia el norte verás Princes St, con el movimiento incensante de buses. En primer plano, está lo que antaño eran los grandes almacenes Jenner’s, que cerraron durante la pandemia.
Frente a ti se extiende la New Town de Edimburgo, con la estatua a Melville asomando por encima de St Andrew Square, el Jardín Botánico y el parque de Inverleith al fondo. Más allá, verás las aguas del Firth of Forth y la costa de Fife.
- Hacia el este, el paisaje está dominado por el hotel Balmoral, la colina de Calton Hill y sus monumentos y el puente de North Bridge.
Por detrás se alza la imponente colina volcánica de Arthur’s Seat, que también ofrece unas vistas estupendas de Edimburgo.
- Hacia el sur, el paisaje tiene dos protagonistas. Por un lado, la estación de trenes de Waverley y el puente homónimo (otro homenaje a Scott, ya que llevan ese nombre en honor a una de sus novelas). Por el otro, la inconfundible Old Town, un embrollo fascinante de edificios y chimeneas.
- Por último, si miras hacia el oeste verás los jardines de Princes St, surcados por las Galerías de Arte y delimitados por Princes St y sus mil y una tiendas. Las agujas que aparecen al fondo de la calle son las de la catedral de St Mary. Y, por supuesto, dominando las vistas desde la roca volcánica está el Castillo de Edimburgo.
Cuatro direcciones y una panorámica única de la capital escocesa que hace que cada escalón para subir al Scott Monument haya valido la pena.
Y tú, ¿has subido o te animarás a subir al monumento a Scott tras leer este artículo? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
Subir al Scott Monument
- Scott Monument | East Princes Street Gardens, Edinburgh EH2 2EJ
- Precio: £8 por un tour de más o menos 30 minutos.
- No accesible en silla de ruedas.
- Si te apetece seguir descubriendo otras perspectivas de la ciudad, te animamos a visitar estos miradores de Edimburgo.
Guía de Edimburgo actualizada en agosto de 2022 y publicada por primera vez en febrero de 2013.
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Se agradece mucho el dato sobre que es un sitio cerrado y que las escaleras se van estrechando. No todo el mundo está hecho para subir a ese tipo de sitios. Yo misma. 🙂
¿Podéis actualizar esto? Ya no se puede subir al monumento desde hace tiempo
Hola, Marta. El monumento a Scott está abierto y sí que se se puede subir. ¿Te refieres a otro lugar tal vez?
Siempre me pregunté por qué el Scott Monument era tan negro! No sabía que la responsable de esa aspecto era la contaminación de la época victoriana. Vaya aire irrespirable para los habitantes de esa época! Gracias por el dato. Cuando fui hacía demasiado frío, y decidimos seguir la recorrida por otros lados, así que no subimos.
Yo igual, dos veces que he vivido ya en Edimburgo y aún no he subido a este monumento. Lo tengo pendiente de hacer, quizás cuando vengan mis amigos a visitarme este verano. Gracias por recordárnoslo!
Seguro que verano es la mejor época para subir (en un día sin lluvia, claro)! Merece la pena ir una vez, y más siendo sólo 3 pounds la entrada, viene bien para cualquier rato que estás dando una vuelta por el centro y estás falto de ideas 🙂 x
La de veces que he pasado por delante y nunca he entrado… Ya tengo una tarea más para cuando vuelva este año 😉
Dejando de lado al edificio, decir que Scott fue un grande y es uno de mis autores de referencia… Ivanhoe es una maravilla!
A mí me pasó igual! Me costó un año de pasar casi a diario por delante decidirme a subir… Y he de reconocer que lo pasé un poco mal con las escaleras, pero luego estuve contentísima de haber subido porque las vistas desde arriba son una maravilla!
No he leído Ivanhoe todavía, lo apunto! 😀