Visitar la Isla de Arran: un día en Brodick

La isla de Arran, la Escocia en miniatura

Escocia en miniatura. Así se conoce a la Isle of Arran, una pequeña isla de 430 km² situada en la costa oeste de Escocia, en el fiordo de Clyde. La frontera que divide las Tierras Altas de las Tierras Bajas parte Arran en dos, tal y como sus paisajes atestiguan: al norte, abruptos y montañosos; al sur, mucho más suaves.

Esa diversidad representa tan bien la naturaleza del país, que Arran es idónea si dispones de pocos días pero te apetece conocer la esencia de Escocia. A los asombrosos paisajes se le suman playas, cuevas, montañas, valles verdes y sitios arqueológicos, además de destilerías, queserías y una multitud de fauna, como ciervos y focas.

Hoy te invito a acompañarme en un viaje alrededor de Brodick, la ciudad donde desembarca el principal ferry de la isla de Arran. Cuando visitamos Brodick, nuestro día estuvo pasado por agua y por niebla, y como ves en la foto anterior, los paisajes tienen un aspecto distinto bajo el sol… pero así tenían un encanto muy especial. Prepara el impermeable, ¡y rumbo a Arran!

Cómo llegar a la isla de Arran

Poco antes de las seis de la mañana llegamos a la estación de autobuses de Edimburgo, donde nos esperaba una pequeña odisea de viajes hasta alcanzar la isla de Arran.

Desde el este, la única manera de acceder a Arran es tomando un ferry de CalMac (te contamos más en la guía del transporte público en Escocia) desde el pueblecito de Ardrossan, a unos 60 km al suroeste de Glasgow, hasta Brodick, la principal ciudad de la isla. Así que, desde Edimburgo, el viaje es el siguiente:

Todo cuadró a la perfección y, un café, un poquito de sueño y casi tres horas después estábamos a bordo del ferry Caledonian MacBrayne dejando atrás tierra firme. Aunque ya era pleno día, el cielo estaba encapotado y lloviznaba. Aun así, nos resguardamos en el interior y el viaje fue muy tranquilo.

¿Qué ver en la isla de Arran?

Los pueblos de Brodick y Lamlash

Arran es una isla pequeña, de aproximadamente 32 km x 14 km, por lo que es ideal para recorrerla en coche, en bicicleta o a pie. Gracias al ferry, Brodick es uno de los pueblos más importantes, pero unos km al sur, Lamlash es la localidad más grande de la isla (con poco más de 1.000 habitantes). Como la isla está llena de senderos y recorridos y los pueblos son pequeños y están separados, muchos aprovechan para recorrer Arran en unos días acampando sobre la marcha. De todos modos, hay un servicio de autobús local.

Brodick cuenta con hoteles y es un buen punto de partida para comenzar a explorar Arran. Desde aquí parten caminos y carreteras que se dirigen hacia la mitad norte de la isla, donde los paisajes están formados por valles, montes escarpados, bosques y páramos, como si de las Highlands se tratara.

Lochranza, en el norte

El pueblecito más conocido de esta parte es Lochranza, en el extremo norte, donde podrás visitar la destilería de Arran o ver el Lochranza Castle, situado en un entorno espectacular, que reconocerás de inmediato si te gusta Tintín, ¡ya que Hergé se inspiró en él para dibujar el castillo de La isla negra! Lochranza y los alrededores son ideales para avistar animales como ciervos y focas.

Los círculos de Machrie Moor

La costa occidental de la isla de Arran también ofrece vistas asombrosas entre playas, cuevas y sitios arqueológicos, como los círculos de piedra de Machrie Moor. Aunque en la isla hay varios menhires neolíticos, este Stonehenge en miniatura es uno de los más fascinantes. Cuando llegas a la mitad sur de la isla, los paisajes dan paso a terrenos menos abruptos, que recuerdan a las Lowlands.

Excursión de un día por Brodick

55 minutos después de subir al ferry desembarcábamos en Brodick, en el estuario de Clyde, donde nos recibió una lluvia cada vez más intensa. Una de las excursiones que más nos apetecía era subir al Goat Fell (847 m), la montaña más alta de la isla. Si el día está despejado, hay muchas rutas que llegan andando desde el pueblo.

Pero con la lluvia, el plan se torció, así que nos acercamos a la Oficina de Turismo, junto al puerto, para pedir un mapa con otras excursiones a pie por la costa este de la isla de Arran. Si vas a pasar el día de excursión, en el pueblo hay supermercados donde comprar provisiones.

El Castillo de Brodick y sus jardines

Comenzamos cruzando el río Glenrosa y los campos de golf y paseando por la bahía, donde nos encontramos con un extraño rastro de medusas arrastradas a la orilla.

Así, resiguiendo el mar por el camino Fishermans Walk, llegamos hasta el Brodick Castle, Garden & Country Park, un pequeño parque natural confinado entre los bosques de la isla. Para entrar al parque tienes que comprar una entrada, que se destina a conservarlo, aunque nos sorprendió el hecho de que, como los límites no son estrictos y el paisaje apenas cambia, es posible que entres en él sin darte cuenta y que más adelante te encuentres con alguna caseta donde pagar. Es un detalle que me gusta de Escocia; en muchos lugares sería fácil entrar sin pagar, está en manos del viajero interpretarlo como un gesto de confianza.

Al pie del Goat Fell, mirando hacia el fiordo, se encuentra el castillo de Brodick, una fortaleza de origen medieval reconstruida en el siglo XIX que en el pasado sirvió como defensa estratégica de la isla. Antes era el hogar de los duques de Hamilton, pero hoy en día pertenece al National Trust for Scotland y en verano puedes visitar sus colecciones de muebles y piezas de época. Quizás te suene, ya que aparece en los billetes de £20 de Royal Bank of Scotland.

Aunque lo más bonito, sin duda, son los terrenos que lo rodean, repletos de cuidadas flores de colores y altos árboles. Nos sentamos a desayunar en una glorieta frente al Jardín amurallado, con el fiordo al fondo y la lluvia como única compañía, y no tardaron en aparecer algunos pajarillos curiosos.

Recorriendo valles y bosques

Desde allí, tomamos un sendero hacia la costa con la esperanza de ver uno de los animales más característicos de la isla de Arran, las focas. No hubo suerte, quizás por el mal tiempo (en cambio, sí las vimos en Inchcolm Island y en North Berwick); aunque, si hace buen día, puedes insistir y caminar por la costa hacia el norte, hasta el pueblecito de Corrie (unos 6 km), ¡a las focas les encanta tostarse al sol!

Nosotros nos adentramos otra vez al interior y nos fuimos a recorrer los bosques. Aunque la lluvia y la niebla cada vez más intensas no lo ponían fácil, los senderos están muy bien señalizados y los desniveles son asequibles, así que, refugiados bajo las capuchas, pasamos unas horas cruzando pequeños puentes de madera, viendo cascadas, tomando caminitos, escuchando los sonidos y atravesando los frondosos bosques del este de Arran. En los puntos elevados, las vistas de la bahía son preciosas, y puede verse el ferry llegando y dejando Brodick.

Comimos sobre la marcha y luego nos desviamos hacia el suroeste, bordeando el Goat Fell, hasta llegar al valle del Glenrosa. ‘Glen’, en gaélico, significa ‘valle’; en este caso, el valle del riachuelo Rosa, aquel día lleno de silencio y de niebla. Seguimos su curso, en verano poco caudaloso, hasta que entrada la tarde, cuando a pesar de la ropa impermeable el agua ya nos había calado los huesos, regresamos al punto de partida.

Gastronomía de Arran: cerveza y quesos

Antes de llegar a Brodick paramos en el Cladach Visitor Center, un antiguo pueblecito de cuatro casas que hoy en día se han reconvertido en pequeños negocios. Allí puedes comprar productos locales, tomar algo en la cafetería y pasar por la microdestilería The Isle of Arran Brewers, donde puedes hacerte con las cervezas típicas de la isla. Si te gustan los quesos, muy cerca de Brodick también puedes visitar la Island Cheese Company, donde se elaboran los tradicionales cheddars y el queso azul de Arran. Las oatcakes de Arran, las galletas de avena para acompañar el queso, también son muy apreciadas en toda Escocia.

Nosotros llegamos un poco tarde y la cafetería estaba cerrada, así que volvimos hasta Brodick para terminar la jornada de excursiones con una taza de café calentita entre las manos… Aunque el día acabó siendo distinto a lo que habíamos planeado, ¡los paisajes lluviosos de la costa oriental de la isla de Arron nos encantaron!

Información para visitar Brodick y la Isla de Arran