Fairy Glen, donde viven las hadas en Escocia

No hace falta creer en las hadas para saber que Escocia está llena de ellas. Ajenas a nuestras miradas, las faeries viven entre las sombras de los bosques, nadan en los riachuelos y cascadas y protagonizan leyendas como la de Robert Kirk.

Aunque, de tener que elegir un lugar de Escocia habitado por estos diminutos seres, sin duda sería el Fairy Glen, o Faerie Glen (‘el valle de las hadas’). En este rincón recóndito de la isla de Skye, formado por decenas de colinas verdes en miniatura, la magia está servida.

Si recorres Skye, guárdate unas horas para descubrir este lugar sobrenatural que no aparece en los mapas, corretear por la hierba… ¡y seguir el rastro de las faeries!

Fairy Glen, el escondite de las hadas

Tomamos un desvío desde la población de Uig y seguimos un camino de un solo carril bordeado de praderas anaranjadas. De vez en cuando, a lo lejos se distingue alguna granja solitaria, pero, por lo demás, en este extremo de la isla de Skye no parece haber nada. ¿Estaremos en el camino correcto?

La respuesta llega en pocos minutos, cuando ante nosotros aparece el primer montículo. Aparcamos a la izquierda del camino y continuamos a pie, aún sin poder distinguir qué hay más allá.

Escalamos sin dificultad ese primera colina… Y allí está el Fairy Glen, una colección sobrenatural de montañas encogidas que emergen de la tierra como si fueran el lugar de recreo de criaturas diminutas, o un escenario de juguete olvidado por algún gigante.

Algunos de los montículos tienen cimas suaves, redondeadas y despejadas. Otros terminan en crestas rocosas, y sus laderas están recubiertas de arbustos y árboles modelados por los caprichos del viento.

Las hadas escocesas tienen entre el verde del Fairy Glen su escondrijo perfecto. ¿Serían ellas quienes esculpieron y distribuyeron las montañas cónicas, que juntas forman un paisaje mágico? Quien no se esconde son las ovejas, que no se cansan de vagar por las colinas en busca de las mejores briznas de hierba.

Asombrados, seguimos los pasos de estos animales y nosotros también subimos y bajamos cada montículo, fijándonos bien en los rincones más escondidos, donde algunas liebres se alejan correteando ante nuestra interrupción.

De entre todos los montículos del Fairy Glen, uno sobresale. Es Castle Ewen, la roca que domina este paisaje verde. Un estrecho sendero conduce hasta la cima, aunque en el último tramo hay que usar brazos y piernas para trepar hasta lo más alto.

Desde allí, la magia del Fairy Glen se palpa todavía más. El pequeño lago a un lado de la ladera, las cascadas entre montañas en la distancia, los espirales de piedras, que cuentan que hay que recorrer hasta llegar al centro y, una vez allí, pedir un deseo…

El nuestro: regresar algún día al Fairy Glen, el escondite de las hadas, uno de los rincones más especiales de Escocia, y uno de los muchos tesoros que este país regala en forma de naturaleza a cualquiera que decida descubrirlo. ¿Lo incluirás tú en tu viaje a Escocia?

Visitar el Fairy Glen, en la isla de Skye

• Cómo llegar: A la altura del Uig Hotel, en el pueblo de Uig, tienes que salir de la carretera A87 y tomar el desvío señalizado en dirección a Sheader y Balnaknock. Desde allí, sigue conduciendo unos minutos y encontrarás un descampado a mano izquierda. Puedes aparcar allí o seguir el camino hasta adentrarte en el Fairy Glen, ya que más adelante, junto al lago también hay espacio para aparcar al lado del camino. En transporte público: la única opción es tomar un bus desde Portree hasta el Uig Hotel. Desde allí, tienes que caminar unos 2 km hasta llegar al Fairy Glen.
• Coordenadas: N 57°35’6″ W 6°20’1.68″
• ¿Cuánto tiempo hace falta para visitar el Fairy Glen? Más o menos 1 hora y media, aunque si tienes tiempo, puedes hacer alguna excursión hasta las cascadas que se ven al fondo.
• Guía para visitar la isla de Skye en 2 días