En Escocia, tierra de castillos y de naturaleza exuberante, son frecuentes los jardines señoriales que acompañan a las fortalezas o los pequeños jardines y parques que salpican pueblos y ciudades.
Sin embargo, hoy recorremos las afueras de Edimburgo y el sur de Escocia para visitar rincones algo distintos: jardines mágicos que abren con la llegada de la primavera y que esconden, entre los árboles, instalaciones artísticas.
Espacios construidos a partir de la imaginación que, como en un sueño de Alicia tras caer por la madriguera, invitan a perderse, pasear, descubrir y reflexionar. Es momento de visitar los jardines de Escocia antes de que, con la llegada de septiembre, cierren hasta la temporada siguiente.
Little Sparta, la gran obra de Ian Hamilton Finlay
Anidada entre la vegetación de las colinas de los Pentlands, al sur de Edimburgo, encontramos Little Sparta, la gran obra del poeta y escultor Ian Hamilton Finlay (1925-2006), y también uno de los jardines más especiales y desconocidos de Escocia. En este rincón, compuesto por una granja y por su entorno, el arte se fusiona con el paisaje y las esculturas conviven con la poesía, mientras la naturaleza trepa pausadamente por las obras, convirtiendo Little Sparta en una instalación viva.
En 1966, cuando Ian y su esposa Sue se trasladaron a la granja, comenzaron a plantar flores y árboles y a crear estanques, senderos y jardines ocultos entre la maleza. Durante los siguientes 25 años, Ian lo colmó de su proceso creativo, en ocasiones en colaboración con otros artistas: piedras con inscripciones colocadas en los páramos, pequeños templos, poemas, fuentes de agua… Debido a problemas con el Ayuntamiento de la ciudad de Edimburgo, conocida a veces como La Atenas del norte, Ian decidió llamar al jardín Little Sparta (‘Pequeña Esparta’) en referencia a la rivalidad entre Atenas y Esparta.
Hoy en día, el jardín se extiende a lo largo de 2 hectáreas y se ha convertido en un espacio para la contemplación, e invita a los visitantes a conocer las reflexiones que el autor vertió en las 270 obras, que tratan temas como la guerra, la relación del hombre con la naturaleza o la fragilidad. A pesar de que está abierto al público, su localización aislada y su política de privacidad (no se permiten fotos a menos que se paguen £5, en cuyo caso se pueden tomar para uso personal pero no publicarse) han mantenido este jardín prácticamente en secreto.
Apertura: cerrado durante el invierno, abierto desde finales de mayo hasta septiembre. Precio: £10 Acceso: Hay un párquing para coches a unos 700 metros del jardín. En su web encontrarás indicaciones para llegar hasta allí. Durante el mes de agosto, se organiza un servicio ocasional de minibus desde Edimburgo. Web oficial – Vídeo
Jupiter Artland, una tierra de descubrimientos
Jupiter Artland, situado en el terreno privado de Bonnington House, a pocos kilómetros al oeste de Edimburgo, es un jardín único y sorprendente. Su mayor particularidad son las obras de artistas contemporáneos que pueblan la vegetación: algunas, como los enormes montículos de la entrada, los Life Mounds de Charles Jencks (que representan la vida a través de la célula y la mitosis, su división), saltan a la vista; otras están ocultas en los muchos rincones de Jupiter Artland, y solo las encontrarás paseando sin rumbo.
Aunque al entrar se te entregará un mapa y la región tiene algunos senderos, la única manera de explorar Jupiter Artland es caminando, adentrándote entre los bosquecillos y praderas y descubriendo las instalaciones por ti mismo. Por el camino, te toparás con jaulas, casitas, rocas entre los troncos, señales y esculturas de niñas que lloran junto a los árboles, desconsoladas, de la artista Laura Ford. También podrás ver obras del artista Ian Hamilton Finlay, el creador del jardín Little Sparta. Una instalación artística rodeada de naturaleza y tranquilidad y repleta de descubrimientos que seguro que te sorprenderá.
Apertura: cerrado durante el invierno, abierto desde finales de mayo hasta septiembre. Precio: £8.50 / £4.50. Acceso: Se encuentra a unos 25 minutos del centro de Edimburgo. Se puede acceder en coche (dispone de aparcamiento), o en los autobuses urbanos 27 y X27 de First. Página web oficial
The Garden of Cosmic Speculation y el origen del universo
Sinuoso, evocador, extravagante. Lo primero que sorprende del jardín privado diseñado por el arquitecto Charles Jencks (responsable también de una escultura en Jupiter Artland) y su esposa, situado en el suroeste de Escocia, cerca de Dumfries, es que abre al público un solo día al año y durante unas pocas horas. Y, sin embargo, para muchos, el Garden of Cosmic Speculation es uno de los jardines más inspiradores de Escocia.
En las 12 hectáreas de este jardín abstracto, la ciencia y las matemáticas dan forma a esculturas que, en combinación con el paisaje, recrean simetría, agujeros negros, fractales, caos, puentes y cascadas, hélices, reflejos, la proporción áurea… Las formas de la naturaleza y de la ciencia sirven de reflexión sobre el origen del universo y componen un viaje en busca de significado, resultado de años de trabajo y de las charlas de Jencks con expertos en astrofísica, biología, química y física cuántica, entre otras disciplinas. Sin duda, un jardín asombroso y único en el mundo que merece la pena visitar.
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Hermosos jardines! Lástima quen estén abiertos tan poquito tiempo, y encima haya que pagar para entrar, y hasta para sacar fotos! Costará mantenerlos, pienso. Me encanta la jardinería. Saludos!
La verdad es que sí, es una pena que no abran más tiempo, pero supongo que en invierno es muy difícil mantenerlos. Gracias por tus comentarios, Marce 😀