Domingo navideño en el centro de Barcelona. Portal de l’Àngel es un caos impracticable de compradores; las tiendas invitan a entrar con puertas abiertas de par en par, ajenas al frío. Esquivo cuerpos y bolsas y me adentro en el Barri Gòtic. Y allí, silencio. Aunque los vendedores ambulantes hagan sonar sus silbatos de pájaro, aunque los turistas se apilen en masa frente a la Catedral y en la Fira de Santa Llúcia. Cruzar los confines del Barri Gòtic es adentrarte en otra Barcelona.
La esencia del Barri Gòtic de Barcelona
La de las calles estrechas, patios y plazoletas; la del olor a rancio, a medio camino entre cerveza seca y otros líquidos menos amables. La de los dinteles cincelados; las gárgolas que te observan, ennegrecidas, desde el cielo. La del laberinto de la judería; la de los vestigios de la Barcino romana. La de los edificios mil veces reconstruidos. Una Barcelona embriagadora que te recibe con manos calientes y piedra fría y te susurra que, aunque se haya vendido al mejor postor, sigue conservando el alma.
Quizás no sea un alma noble, tal vez tenga tanto de canalla y de macabra como de seductora. Pero la creo. Y me dejo perder, una vez más, por las calles del Gòtic, por los claroscuros de mi ciudad. Olvida la guía: vamos a callejear por los pasajes, plazas y ruinas del Barri Gòtic de Barcelona.
A continuación encontrarás los primeros 10 rincones divididos por zona y tema en 3 apartados: «Alrededores de la catedral de Barcelona», «El rastro de Barcino, la Barcelona romana» y «Alrededores de la Via Laietana».
Alrededores de la catedral de Barcelona
La catedral de Barcelona es el monumento por excelencia del Gòtic, y en la Plaça Nova, frente al templo, suele haber mercados, artistas callejeros y mucho ambiente. Pero hoy la pasaremos de largo y recorreremos, en cambio, el entramado de calles contiguas.
1. La Plaça Sant Felip Neri
Visita gratuita | Metro: L1 o L3 Plaça Catalunya o Liceu – L4, Jaume I
Sant Felip Neri es mágica. Aunque se encuentra a pocos pasos del bullicio de la Catedral, si consigues sortear a los grupos de turistas que la inundan de vez en cuando sentirás que te adentras en uno de los rincones secretos de Barcelona. Entre recovecos y callejones, asentada sobre un antiguo cementerio medieval, se esconde esta plaza plácida y resguardada, cuyo silencio rompe de vez en cuando el alboroto de niños de la escuela vecina.
Pese a su belleza, guarda una historia trágica: el 30 de enero de 1938, durante la Guerra Civil española, dos bombas de la aviación italiana cayeron sobre la plaza y mataron a 42 personas, en su mayoría niños. Fíjate en la pared de la iglesia barroca de Sant Felip Neri y verás los surcos que dejaron las deflagraciones. Dos destacados de la plaza son el Museu del Calçat, en una antigua casa renacentista; y Sabater Hnos., una fábrica y tienda de jabones artesanos.
2. El carrer del Bisbe
Visita gratuita | Metro: L1 o L3 Plaça Catalunya o Liceu – L4, Jaume I
La calle del Bisbe une la Plaça Nova (la plaza de la Catedral) y la Plaça Sant Jaume siguiendo el trazado del Decumanus romano. Al principio de la calle, en la Plaça Nova, se encontraba una de las cuatro puertas de entrada a las murallas de Barcino (la Barcelona romana), el Portal del Bisbe. Hoy en día, en la embocadura de la calle verás que se conserva uno los pasos de la puerta, un paso lateral para peatones, y las torres que lo flanquean. Junto a él verás una recreación contemporánea del acueducto romano, que desde este punto introducía el agua a la ciudad.
Pese a ser una calle siempre transitada, el carrer del Bisbe tiene un encanto particular que invita a caminar mirando hacia arriba, para no perder ni un detalle de las esculturas y grabados que adornan los edificios. La parte más característica es el arco que la cruza, de estilo neogótico pero construido en 1928, que une el Palau de la Generalitat con la Casa dels Canonges.
3. El claustro de la Catedral
c/ del Bisbe | Web con horarios | Entrada gratis o por donativo | Metro: L4, Jaume I
A mitad del carrer del Bisbe encontrarás la Porta de Santa Eulàlia, que da acceso al claustro de la catedral de Barcelona, completado en 1448. Aquí no suele reinar el silencio… además de la afluencia de visitantes, ¡en el interior del claustro viven 13 ocas!
La presencia y el número de las ocas se atribuye a dos leyendas. La primera nos cuenta que, cuando comenzó la construcción de la catedral, el guardián de las obras vivía acompañado de unas ocas. Un día, unos ladrones irrumpieron en las obras, y las ocas comenzaron a graznar, evitando el robo. La cantidad de animales, 13, se debe a la leyenda de Santa Eulàlia (antigua patrona de Barcelona junto a la actual, Mercè), quien reposa en la cripta de la Catedral. Durante la época romana, la pequeña Eulàlia fue condenada por negarse a renunciar a la fe cristiana, y se le aplicaron 13 martirios, tantos como años tenía.
Pasea por el claustro a la sombra de las palmeras y verás una fuente con una estatua de Sant Jordi matando al dragón y, en el suelo, varias insignias de gremios de la Barcelona medieval. En Navidad, en el claustro se instala un belén, y durante el Corpus Christi, en una de las fuentes se lleva a cabo la curiosa tradición de l’ou com balla, que consiste en hacer bailar un huevo encima del chorro de agua. La entrada es gratuita o por donativo, dependiendo de la hora del día.
4. El Carrer de la Pietat y la Plaça Sant Iu
Visita gratuita | Metro: L4, Jaume I
El carrer de la Pietat flanquea la parte trasera de la Catedral y también da acceso al claustro. Me encanta cruzar esta calle, en la que pocos turistas se aventuran, hasta llegar al carrer dels Comtes y la Plaça de Sant Iu, al otro lado; siempre bajo la atenta mirada de las gárgolas. ¿Encuentras al unicorno que te observa desde el cielo? En la Plaça de Sant Iu, entra al sosegado patio de naranjos del Museu Frederic Marès, un museo de la colección legada por el escultor.
El rastro de Barcino, la Barcelona romana
Barcelona, o como la bautizaron los romanos, Barcino, fue fundada alrededor del año 15 a.C., en época del emperador Augusto, en una posición estratégica: la primera muralla de la ciudad estaba separada del mar por tan solo 150 metros.
La mayor parte de la colonia se asentaba sobre el actual Barri Gòtic. El Decumanus maximus, de 800 m., cruzaba la ciudad por el actual c/del Bisbe y c/Ciutat; y el Cardo maximus, de 500 m., la cruzaba perpendicularmente por el c/Ferran y del Call y c/Llibreteria y de Jaume I. Ambas calles desembocaban en cuatro puertas abiertas en la muralla. En la confluencia del Decumanus y el Cardo se hallaba el Foro, con los mercados y edificios de poder, y también el templo de Augusto. Así era:
Cuesta imaginar Barcino ahora, cuando la ciudad ha ganado terreno al mar y se ha desparramado fuera de aquellas antiguas murallas (hoy en día destruidas o incorporadas a los edificios), pero descubrir los vestigios de la Barcelona romana por el Barri Gòtic es fascinante. Estos son algunos de mis rincones favoritos.
5. La puerta de Mar y las termas romanas
C / Regomir, 7-9 | Historia | Horario de visitas | Metro: L4, Jaume I
En la calle Regomir encontrarás uno de los vestigios romanos más especiales. El comercio marítimo con el Mediterráneo era clave para la economía de Barcino, así que la Puerta de Mar, la más oriental, era la más importante de las cuatro puertas de entrada. En el exterior de la muralla, a ambos lados de la Puerta de Mar, se construyeron en el siglo I d.C. dos conjuntos termales públicos (uno para hombres y otro para mujeres) para que los visitantes se asearan antes de entrar a Barcino.
Hace unos años, unas excavaciones desvelaron restos de las termas, que ahora pueden visitarse. En la calle, junto a las termas y a la minúscula capilla de Sant Cristòfor del Regomir verás, por un lado, un fragmento de arco de la Puerta de Mar (cada puerta estaba compuesta por tres arcos; un paso central para carros y dos pasos laterales para peatones).
Por el otro, junto a las termas sobreviven un tramo de la muralla y de una de sus torres circulares, ambas incorporadas al edificio Centre Cívic Pati Llimona. Acércate a este rincón único para saborear la combinación entre historia y sosiego.
6. El templo romano de Augusto
c/ Paradís, 10 | Web y horarios | Visita gratuita | Metro: L4, Jaume I
Uno de los secretos mejor guardados de las entrañas del Barri Gòtic son las cuatro columnas del templo romano de Augusto. Escondidas junto a la Plaça Sant Jaume dentro de un pequeño patio medieval, hogar de la sede del Centre Excursionista de Catalunya, estas columnas son las únicas supervivientes del templo de Augusto, dedicado al culto al emperador. El templo presidía el Foro (la plaza central de la Barcino romana), y estaba situado en el punto más elevado de la antigua ciudad, el monte Taber, a 16,9 metros.
7. El acueducto romano de Barcelona
c/ Duran i Bas – Plaça del 8 de març | Visita gratuita | Metro: L4, Jaume I – L1, Catalunya
Las ciudades romanas precisaban de un suministro abundante de agua para abastecer las fuentes y termas. En Barcelona, el agua llegaba a través de un acueducto bifurcado, que canalizaba el agua del río Besòs y entraba a la ciudad por la actual calle del Bisbe (nº 2 de este artículo). Algunos de los supervivientes del acueducto son cuatro arcos en la calle Duran y Bas, en la Plaça del 8 de Març, encontrados al derrumbar un edificio. Si te apetece verlos, hazlo pronto, antes de que se deterioren aún más. Al mismo tiempo, puedes aprovechar para sentarte a tomar algo en las terrazas de este tranquilo rincón del Gòtic.
Alrededores de la Via Laietana
8. La Baixada de la Llibreteria
Visita gratuita | Metro: L4, Jaume I
Emprende la Baixada de la Llibreteria, que une la Plaça Sant Jaume con la Via Laietana y el metro, y te encontrarás en el Cardo romano, que confluía aquí con el Decumanus (el actual carrer del Bisbe – nº 2 de este artículo) y con el Foro (y el templo de Augusto – nº 6 de este artículo).
9. El Museu d’Història y la Plaça del Rei
Plaça del Rei, s/n | Web del museo | Metro: L4, Jaume I
Desde la Baixada de la Llibreteria, toma la calle del Veguer y adéntrate en la majestuosa Plaça del Rei. Si te interesa la historia de la Barcino romana, una visita imprescindible es la sede principal del MUHBA, el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona. La visita te lleva a un recorrido por el subsuelo, donde se conserva un yacimiento arqueológico fascinante de calles y edificios de la época romana. La visita al museo se completa con un recorrido por los restos de la Barcelona medieval y con la entrada a otros edificios de la Plaça del Rei, que albergan exposiciones de la Barcelona moderna y contemporánea.
10. El Carrer Comtal, el Carrer de n’Amargós y el Carrer Montsió
Visita gratuita | Metro: L4, Urquinaona – L1, Catalunya
Nos dirigimos hacia Portal de l’Àngel para explorar dos de sus calles perpendiculares: la calle Comtal y la calle Montsió, paralelas entre sí.
En la estrecha calle Montsió encontrarás la cervecería más emblemática del modernismo catalán, Els quatre gats («Los cuatro gatos»). Se inauguró en 1897 y estuvo en activo tan solo hasta 1903, pero, al más puro estilo parisino, se convirtió en cuna de tertulias y reuniones artísticas, por donde desfilaron Santiago Rusiñol, Rubén Darío, Isaac Albéniz o Pablo Picasso. Con el tiempo, la taberna, que se encuentra en el edificio Casa Martí, del arquitecto Puig i Cadafalch, tuvo distintas funciones. Hoy en día sigue abierta bajo el mismo nombre, aunque es un restaurante, y poco queda de aquel manantial de inspiración en esta atracción turística.
Desde Montsió, gira a la izquierda hacia la estrecha y oscura calle de n’Amargós, uno de esos pasajes barceloneses colmados de pequeñas historias. Entre los comercios de la calle llama la atención el colorido Taller de Marionetas Travi, en cuya puerta es posible encontrar, a veces, a la artesana tallando figuras de madera.
El carrer de n’Amargós te llevará a la concurrida calle Comtal. Llega hasta el final y, casi en la Via Laietana, te toparás con una fachada de lo más inquietante, salpicada de ojos que se clavan en los peatones. Se trata de una obra del artista Frederic Amat.
Mapa para visitar el Barri Gòtic de Barcelona
¿Quieres seguir descubriendo el Barri Gòtic? En la segunda parte de este artículo veremos El Call judío; plazas con mucho encanto, arte urbano original y algunas de las mejores chocolaterías de Barcelona. ¡Suscríbete y recíbelo en cuanto se publique!
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El plano de Barcino está mal, nosotros nunca tuvimos teatro, tuvimos el foro y las termas y ya está, pero ni teatro, ni anfiteatro, ni circo…
Barcelona es bona si la bossa sona. El claustro de la catedral no es gratis, cuesta 7 euros. Una vergüenza la mercantilización de los lugares sagrados.
Estoy de acuerdo contigo, pero el claustro sí es gratis buena parte del día. Hay que pagar durante unas horas a mitad del día, pero puedes visitarlo gratis antes o después.
Estuve por el Barri Gòtic en mi última visita a Barcelona ¡y me encantó!
Lo que menos me gusta de la ciudad es lo abarrotada que suele estar de turistas (y encima yo, que vengo de ciudad pequeña lo noto 20 veces más jeje), y poder aunque sea por un rato evitar esa corriente de gente para pasear más tranquilamente es todo un lujo…
Me quedan algunas plazas por descubrir todavía, así que me lo apunto todo 😀
Sandra.