Un día en Brighton, en la costa inglesa

Welcome to England. Aterrizamos en el aeropuerto de Gatwick con unas horas de escala por delante, que tenemos la intención de aprovechar tomando el Gatwick Express y dando un paseo por el centro de Londres.

Pero, con uno de esos impecables acentos británicos que tan tentador como imposible resulta imitar, en el mostrador de billetes nos indican que hoy el tren no circula. Echamos un vistazo al mapa ferroviario en busca de algún nombre que nos llame la atención, y… Cambio de planes, ¡nos vamos a Brighton! O, mejor dicho, volvemos, porque somos repetidores.

Y es que, a tan solo 25 minutos del aeropuerto y a una hora exacta de la capital en tren, esta ciudad costera es una escapada ideal desde Londres. Unas pocas paradas bastan para arrancarte de la metrópolis, atravesar pequeños pueblos de tejados grises y llegar a una ciudad donde la playa y sus dueñas, las gaviotas, se conjugan con las callejuelas de tiendas, las muestras de arte y la animación para dar color a uno de los destinos más interesantes de Inglaterra.

Sube al tren, ¡te contamos qué ver en Brighton en un día!

Qué ver en Brigton en un día

Las tiendas de North Laine

Saliendo de la estación, no te apresures hacia el mar como muchos hacen. Desvíate a la izquierda y adéntrate en North Laine, un barrio de aire bohemio donde las calles residenciales de fachadas idílicas contrastan con pasajes atestados de coloridos comercios vintage, cafeterías acogedoras, graffitis y tiendas de arte y artesanía.

La callecita peatonal Kensington Gardens es el epítome del carácter del barrio, que alguna vez fue inhóspito y que hoy es un hervidero de vida. Pasea por Gloucester Road, Sydney Street, Bond Street, Gardner Street, Trafalgar Street o la moderna Jubilee Square y querrás comprarlo (y comerlo) todo.

El Royal Pavilion

Al sur, North Laine se funde con el Cultural Quarter, el barrio cultural de la ciudad, que debe su apodo a instituciones como el Brighton Museum & Art Gallery (entrada gratuita), la sala de espectáculos Brighton Dome (donde ABBA ganó Eurovisión en 1974 con Waterloo), la Universidad de Brighton (que contribuye al efervescente ambiente joven y cosmopolita de la ciudad) o el histórico Theatre Royal (donde se representan obras y producciones del West End).

Sin embargo, la joya de la corona del Cultural Quarter, y también de Brighton, es el Royal Pavilion, un exótico palacio real que combina estilo indio y chino y que no imaginarías encontrar en el corazón de esta ciudad costera. Se construyó entre 1787 y 1823 por encargo del rey Jorge IV de Inglaterra, que lo convirtió en su retiro junto al mar, adonde huir en busca de la tan ansiada tranquilidad.

Compra entrada y recorre esta construcción magnífica y extravagante, y después, regálate tú también un poquito de paz en los jardines que la rodean, que en verano se llenan de artistas callejeros y en invierno alojan una pista de patinaje sobre hielo.

The Lanes

Sí, la playa llama, pero espera un poquito más y descubrirás otra zona encantadora de Brighton: The Lanes. Justo al suroeste del Royal Pavillion, este antiguo barrio de pescadores conserva una colmena de calles estrechas y anárquicas donde hoy se han instalado tiendas y cafeterías por doquier.

Es más tradicional que su barrio vecino, North Laine, pero igual de llamativo y agradable para perderte entre escaparates. Nuestra recomendación para cargar fuerzas con un dulce y un café es Sugardough.

El Brighton Pier y el paseo marítimo

Camina unos minutos al sur… ¡y por fin aparece ante ti la playa! Brighton es famoso por su muelle recreativo, el Brighton Marine Palace & Pier, que se construyó en 1899 sobre las aguas del Canal de la Mancha. Encima del paseo de madera se alzan atracciones de feria, chiringuitos y máquinas recreativas, envueltas en tantas luces y grupos de adolescentes que el lugar desprende un aire entre retro y hortera.

Pero es una parada obligada si visitas la ciudad en verano, cuando tanto el muelle como la playa rebosan actividad: puestecitos de recuerdos, bañistas atrevidos, turistas que comen fish & chips bajo a la mirada amenazante de las gaviotas… Esta vez visitamos Brighton en invierno, y el panorama era el opuesto: la niebla engullía la playa y el muelle, no se veía un alma en la arena y el aire era de decaimiento… ¡aunque las gaviotas seguían allí!

El otro muelle de Brighton, el West Pier, sufrió el mismo destino que otras estructuras similares de la costa inglesa, y desapareció engullido por las llamas; verás su esqueleto junto a la playa. A primera línea de mar se suceden los locales de comida rápida y los restaurantes. ¿Un buen momento para parar a comer? Nos encantó JB’s, un típico diner americano frente al agua.

Brighton Marina, o un centro comercial

Desde el Brighton Pier, puedes elegir qué prefieres. A unos 30 minutos al este, siguiendo el paseo marítimo, está el Brighton Marina, un puerto recreativo artificial cuyo principal interés son los restaurantes frente al mar.

Otra opción es girar al oeste y acercarte al Churchill Square Shopping Centre, un gran centro comercial ubicado en un área animada. Desde allí, sube por Queens Road y en 10 minutos estarás de vuelta a la estación de tren de Brighton, listo para volver a Londres o a tu destino.

Información para visitar Brighton

• Hoteles y hostels en Brighton
• Visit Brighton, la web turística
• Cómo llegar: desde Londres, está a una hora en tren de las estaciones London Victoria o London Bridge. Desde el aeropuerto de Gatwick salen trenes en dirección a Brighton, que tardan unos 25 minutos. La estación de tren está a unos 10 minutos de la playa.
• Aquí tienes una ruta de 7 días por Inglaterra en transporte público, que puedes ampliar con un día en Brighton